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viernes, 19 de marzo de 2021

Quietud mental


 

La mente quieta

Es una constante en todos los sistemas de autorrealización de Oriente la certeza de que, además de la caótica mente de superficie y el desordenado susbconsciente, existe otra dimensión de mente que solo de manera fortuita y muy fugaz se manifiesta. Como, por ejemplo, cuando nos quedamos absortos mirando el fuego o contemplando un amanecer… Escribe Ramiro Calle.

(c) Can Stock Photo / coka

O cuando damos un sentido abrazo a un ser querido, o nos ensimismamos en el silencio de la naturaleza, o nos anonadamos con una melodía. En tales situaciones, al suspenderse el pensamiento, y por tanto quedar mitigado el ego, tenemos un toque de quietud profunda que nos conforta, armoniza y enriquece. Hemos visitado, improvisadamente, la otra mente, la mente quieta, la que se oculta detrás de la mente conceptual como la perla en la ostra o la nata en la leche.

Esa mente quieta, independiente de esquemas y viejos patrones, libre de ideaciones, apegos y aversiones, es fuente de armonía, serenidad, bienestar y equilibrio. Reporta vivencias que liberan y enfoques que están libres de juicios y prejuicios y que permiten ver más allá de las apariencias, las proyecciones y las interpretaciones. Esa mente quieta, a la que se aproxima uno mediante la introspección, la meditación y la transformación interior, es clara, espaciosa, no egocéntrica y portadora de sabiduría.

Aunque la mente ordinaria, con sus ideas y conceptos, es necesaria para la vida diaria, resulta insuficiente para alcanzar la paz interior y encontrar respuestas existenciales, en tanto que en la mente quieta, silenciosa y profunda, ajena a los apegos u odios encadenantes, hay bienaventuranza, calma y claridad. Ego y pensamientos confabulan para robar la dicha interior y la serenidad, pero muy antigua es la enseñanza de que «cuando el pensamiento cesa, se manifiesta la luz del ser».

Buscando al otro lado de los velos

A esa mente quieta unas corrientes espirituales la denominan rigpa o la clara luz, otras unmani o no-mente, otras wu-nieng o no-pensamiento, otras el no-saber… Pero son diferentes palabras para el mismo hecho: que todo ser humano, cuando acalla su mente caótica de superficie y logra conectar con la fuente interior o antesala del pensamiento, logra una dimensión de consciencia que transforma y libera, accediendo a una experiencia muy intensa de unidad, quietud y visión clara de la certeza de que todo es interdependiente.

La mente de superficie y el pensamiento saturado de avidez, ofuscación y odio, no logra salir de su embrollo y no percibe lo que es, sino lo que quiere o teme u odia. La mente de superficie añade confusión a la confusión, y es como lavar manchas de tinta con tinta. Según el gran místico Kabir, es un fraude, un timo, una casa con un millón de puertas. Esa mente no ha cambiado ninguno de los problemas reales  del ser humano y de la sociedad, y perpetúa, desoladoramente, todos las inmensas dificultades que construyen una visión estrecha y egoísta. De la ofuscación solo nace ofuscación, donde no cabe la lucidez ni la compasión.

Se requiere el apoyo de una mente nueva, más sosegada y clara. No hay que ir a buscarla a ninguna parte, porque está en la misma naturaleza profunda de la mente, a la espera de ser encontrada y actualizada. Es paz y es unidad, es silencio y es amor, es luz y es apertura. Todas las genuinas técnicas de autorrealización, desconfiando de la mente programada y de superficie, tratan de proporcionarnos enseñanzas y métodos para poder despertar a una mente nueva y capaz de saltar fuera del circuito del apego-odio, el ego y todos sus tentáculos. Para poder encontrar el ojo de buey hacia la mente quieta, han surgido numerosos métodos de meditación, como el del yoga, el vipassana, el mahamudra, las técnicas místicas contemplativas, el zazen y tantos otros.

Igual que el sol puede ser velado por espesas y macilentas nubes pero no por eso deja de existir; del mismo modo que una lámpara no se puede ver tras un negro cortinón, así la mente quieta es velada por los patrones y tendencias insanas de la mente condicionada. Pero la libertad y la esperanza, la plenitud y el sosiego, están en la mente no egocéntrica, esa energía de plenitud inafectada que es común a todo lo constituido y que el buscador espiritual, como un sabueso incansable, trata de conquistar, no solo por beneficio propio, sino también por el de las otras criaturas, porque cuando uno descubre su rostro original, se percata, gloriosamente, de que en el mismo alumbran los rostros de todas las criaturas sintientes. Entonces solo hay lugar para una infinita compasión, ya que en la mente egocéntrica solo hay exclusión, pero en la mente quieta solo hay inclusión.

Ramiro Calle

Más de 50 años lleva Ramiro Calle impartiendo clases de yoga. Comenzó dando clases a domicilio y creó una academia de yoga por correspondencia para todo España y América Latina. En enero de l971 abrió su Centro de Yoga Shadak, por el que ya han pasado más de medio millón de personas. Entre sus 250 obras publicadas hay más de medio centenar dedicadas al yoga y disciplinas afines. Ha hecho del yoga el propósito y sentido de su vida, habiendo viajado en un centenar de ocasiones a la India, la patria del yoga.

Mira la página de Facebook de Ramiro Calle:
https://www.facebook.com/pages/Ramiro-ACalle/118531418198874

LA MENTE QUIETA



 

Es una constante en todas los sistemas de autorrealización de Oriente, la certeza de que además de la caótica mente de superficie y el desorden subconsciente, existe otra dimensión de mente que sólo de manera fortuita y muy fugaz se manifiesta, como, por ejemplo, cuando nos quedamos absortos mirando el fuego o contemplando un amanecer, o dando un sentido abrazo a un ser querido, o ensimismándonos en el silencio de la naturaleza, o anonadándonos con una melodía. En tales situaciones, al suspenderse el pensamiento, y por tanto quedar mitigado el ego, tenemos un toque de quietud profunda y que nos conforta, armoniza y enriquece. Hemos, improvisadamente, visitado la otra mente, la mente quieta, la que se oculta detrás de la mente conceptual, como la perla en la ostra o la nata en la leche. Ese ente quieto, independiente de esquemas y viejos patrones, libre de ideaciones, apegos y aversiones, que es fuente de armonía, serenidad, bienestar y equilibrio, reporta vivencias que liberan y enfoques que están libres de juicios y prejuicios y que permiten ver más allá de las apariencias, las proyecciones y las interpretaciones.

Esa mente quieta, a la que se aproxima uno mediante la introspección, la meditación y la transformación interior, es clara, espaciosa, no egocéntrica y portadora de sabiduría. Aunque la mente ordinaria, con sus ideas y conceptos, es necesaria para la vida diaria, resulta insuficiente para alcanzar la paz interior y encontrar respuestas existenciales, en tanto que en la mente quieta, silenciosa y profunda, ajena a los apegos u odios encandenantes, hay bienaventuranza, calma y claridad. Ego y pensamientos confabulan para robar la dicha interior y la serenidad, pero muy antigua es la enseñanza de que “cuando el pensamientos cesa, se manifiesta la luz del ser”.

A esa mente quieta, unas corrientes espirituales le denominan rigpa o la clara luz, otras unmani o no-mente, otras wu-nieng o no-pensamiento, otras el no-saber, pero son diferentes palabras para el mismo hecho: que todo ser humano, cuando acalla su mente caótica de superficie y logra conectar con la fuente interior o antesala del pensamiento, logra una dimensión de consciencia que transforma y libera, accediendo a una experiencia muy intensa de unidad, quietud y visión clara de la certeza de que todo es interdependiente.

La mente de superficie y el pensamiento saturado de avidez, ofuscación y odio, no logra salir de su embrollo y no percibe lo que es, sino lo que quiere o teme u odia. La mente de superficie añade confusión a la confusión, y es como lavar manchas de tinta con tinta. Según el gran místico Kabir, es un fraude, un timo, una casa con un millón de puertas. Esa mente no ha cambiado ninguno de los problemas reales del ser humano y de la sociedad, y perpetúa, desoladoramente, todos las inmensas dificultades que construyen una visión estrecha y egoísta. De la ofuscación solo nace ofuscación, dónde no cabe la lucidez ni la compasión.

Se requiere el apoyo de una mente nueva, más sosegada y clara. No hay que irla a buscar a ninguna parte, porque está en la misma naturaleza profunda de la mente, a la espera de ser encontrada y actualizada. Es paz y es unidad, es silencio y es amor, es luz y es apertura. Todas las genuinas técnicas de autorrealización, desconfiando de la mente programada y de superficie, tratan de proporcionarnos enseñanzas y métodos para poder despertar a una mente nueva y capaz de saltar fuera del circuito del apego-odio, el ego y todos sus tentáculos. Para poder encontrar el ojo de buey hacia la mente quieta, han surgido numerosos métodos de meditación, como el del yoga, el vipassana, el mahamudra, las técnicas místicas contemplativas, el zazen y tantos otros.

Igual que el sol puede ser velado por espesas y macilentas nubes, pero no por eso deja de existir; del mismo modo que una lámpara no se puede ver tras un negro cortinón, así la mente quieta es velada por los patrones y tendencias insanas de la mente condicionada. Pero la libertad y la esperanza, la certidumbre y el sosiego, están en la mente no egocéntrica, esa energía de plenitud inafectada, que es común a todo lo constituido y que el buscador espiritual, como un sabueso incansable, trata de conquistar, no sólo por beneficio propio, sino también por el de las otras criaturas, porque cuando uno descubre su rostro original, se percata, gloriosamente, de que en el mismo alumbran los rostros de todas las criaturas sintientes. Entonces sólo hay lugar para una infinita compasión, ya que en la mente egocéntrica sólo hay exclusión, pero en la mente quieta sólo hay inclusión.

Ramiro Calle
www.ramirocalle.com

Krishnamurti ~ La mente quieta, la mente sensilla

La mente quieta, la mente sensilla

Cuando estamos conscientes de nosotros mismos, no es todo el movimiento del vivir, un modo de dejar al descubierto el YO, el ego?

El YO; el SI MISMO, es un proceso muy complejo que puede ser descubierto solamente en la relacion, en nuestras actividades cotidianas, en la manera como hablamos, como juzgamos, como calculamos, como censuramos a otros y a nosotros mismos. Todo eso revela el estado condicionado de nuestro propio pensar. No es importante; pues, darnos cuenta de todo este proceso?

Solo mediante la percepcion; de instante en instante y de lo que es verdadero, existe el descubrimiento de lo intemporal y de lo eterno. Sin conocimiento propio, no podemos dar con lo eterno. Cuando no nos conocemos a nosotros mismos; lo eterno se vuelve una mera palabra, un simbolo, una especulacion, un dogma, una creencia, una ilusion por medio de la cual la mente puede escapar. Pero si uno empieza acomprender el YO; en todas sus diversas actividades cotidianas, entonces, por obra de esa comprension misma y sin que haya esfuerzo alguno, surge a la existencia lo innominado y lo intemporal. Pero lo intemporal, no es una recompensa por el conocimiento propio. No se puede tratar de obtener lo eterno; pues la mente, no puede adquirirlo. Se manifiesta a si mismo, solo cuando la mente esta quieta; y la mente puede estar quieta unicamente cuando es sencilla, cuando ya no acumula, ni condena, ni juzga y tampoco sopesa. Solo la mente sencilla puede comprender lo real; no asi la mente repleta de palabras, de conocimientos y de informaciones. La mente que analiza y que calcula, no es una mente sencilla.

Conocerse a SI mismo

Sin conocerse a sI mismo; haga uno lo que hiciere, no es posible el estado de meditacion. Entiendo por conocerse a sí mismo, conocer cada pensamiento, cada estado de animo, cada palabra, cada sentimiento; conocer la actividad de la propia mente, no el Yo Supremo, el gran Yo. No existe tal cosa; el Yo Superior, el Atma, sigue estando dentro del campo del pensamiento. El pensamiento es el resultado de nuestro condicionamiento, es la respuesta de nuestra memoria; tanto de la ancestral, como de la inmediata. Si no hemos establecido primero; de manera profunda e irrevocable, esa virtud que adviene cuando nos conocemos a nosotros mismos, el mero intento de meditar es totalmente enganoso y absolutamente inutil. Por favor, es muy importante que aquellos que son serios, comprendan esto. Ya que si no lo hacen, su meditacion y el vivir factual seria como estar divorciados, separados, tan ampliamente separados que; aun cuando uno pueda meditar, se adoptaria posturas indefinidamente por el resto de su vida, y no se vera mas alla de su nariz. Cualquier postura que adopte, cualquier cosa que haga, no tendra en absoluto sentido alguno. Es importante comprender; que es este conocerse a sí mismo: Simplemente, estar atento, sin opcion ni preferencia alguna, al YO, el cual tiene su origen en un haz de recuerdos; solo estar conscientes de el sin interpretarlo, tan solo observar el movimiento de la mente. Pero esa observacion se ve impedida cuando; por medio de la observacion, uno se limita a acumular ideas sobre que debe hacer, que no debe hacer y que debe lograr. Si procedemos asi, ponemos fin al proceso vivo que es el movimiento de la mente centrada en el YO. O sea, tengo que observar y ver el hecho; lo factual, lo que es. Si esa observacion la abordo con una idea, con una opinion; como la de NO DEBO, que son las respuestas de la memoria, entonces el movimiento de lo que es se ve obstaculizado y bloqueado; por lo tanto, no existe el aprender.

El vacio creativo

No puede usted escuchar esto (El vacio creativo) de la misma manera como la tierra recibe la semilla, y ver si la mente es capaz de estar libre, vacia? La mente puede estar vacia, solo comprendiendo sus propias proyecciones, sus propias actividades; no de vez en cuando, sino de dia en dia y de instante en instante. Entonces, se encontrara la respuesta, se vera que el cambio llega sin que se pida. Se vera que elestado de vacio creativo no es algo que pueda ser cultivado; esta ahi, adviene misteriosamente y sin invitación alguna. Y solo en ese estado, hay una posibilidad de renovacion; de que ocurra algo nuevo, una revolucion interna.

El conocimiento propio

El recto pensar llega con el conocimiento propio. Si no nos comprendemos a nosotros mismos, nuestro pensamiento carece de base; sin elconocimiento propio, lo que pensamos no es verdadero. Yo y el mundo no somos dos entidades diferentes con problemas separados; yo y el mundo, somos uno. Mi problema es el problema del mundo. Yo puedo ser el resultado de ciertas tendencias, de influencias ambientales, pero en lo fundamental no soy diferente de otro. Internamente somos todos muy semejantes: A todos nos impulsa la codicia, la mala voluntad, el miedo, la ambicion, etc. Nuestras creencias, esperanzas y aspiraciones tienen en todos una base comun. Somos todos uno, somos una sola humanidad, aunque nos dividan las fronteras artificiales de la economia, la politica y el prejuicio. Si mato a otro, me estoy destruyendo a mi mismo. Uno es el centro de lo Total; si no se comprende a sí mismo, no puede comprender la realidad. Tenemos un conocimiento intelectual de esta unidad, pero mantenemos el conocimiento y el sentimiento en secciones diferentes; en consecuencia, jamas experimentamos la unidad extraordinaria del ser humano.

La relacion es un espejo

El conocimiento propio no lo es de acuerdo con alguna formula. Uno puede acudir a un psicologo o a un psicoanalista para averiguar acerca de si mismo, pero eso no es conocimiento propio. El conocimiento propio surge cuando estamos atentos a nosotros mismos en la relacion, la cual revela lo que somos de instante en instante. La relacion es un espejo en el cual podemos vernos tal como realmente somos. Pero pocos tenemos la capacidad de mirarnos tal cual somos en la relacion; porque inmediatamente comenzamos a censurar o justificar, lo que vemos. Juzgamos, evaluamos, comparamos, negamos o aceptamos; pero jamas observamos verdaderamente lo que es, y para la mayoria de las personas esto parece lo mas dificil de hacer. No obstante, solo esto puede dar comienzo al conocimiento propio. Si en este espejo extraordinario de la relacion; el cual no deforma nada, podemos vernos asi como somos, si simplemente tenemos la capacidad de mirar con atencion plena en este espejo y ver realmente lo que es. Estar atentos a ello sin condenar, ni juzgar, ni evaluar; y uno mira asi cuando hay un interes serio, encontraremos que la mente puede liberarse de todo su condicionamiento. Solo entonces, esta libre para descubrir lo que se encuentra mas alla del campo del pensamiento. Al fin y al cabo; por erudita o insignificante que la mente sea, esta consciente o inconscientemente, limitada, condicionada, y cualquier extension de este condicionamiento sigue estando dentro del campo del pensar. Asi pues, la libertad es algo por completo diferente.

Krishnamurti
La Mente quieta, la Mente sencilla por Krishnamurti

FUENTE_ TRABAJADORES DE LA LUZ